Logran curar la diabetes en ratones con un ‘páncreas inyectable’ creado en el laboratorio
El Dr. Jesús Blanco analiza esta noticia recientemente aparecida en los medios de comunicación.
Seguimos intentando arrojar luz sobre las noticias acerca de la investigación en diabetes tipo 1 que aparecen en los medios de comunicación. La semana pasada podíamos leer en ElConfidencial un noticia con este titular “Logran curar la diabetes en ratones con un ‘páncreas inyectable’ creado en el laboratorio” https://www.elconfidencial.com/tecnologia/ciencia/2018-05-09/ratones-diabetes-tipo-i-curacion-celulas–humanas_1561018/ . Como suele ocurrir, la intención de captar el interés del lector, podría estar detrás de que dicho titular no refleje fidedignamente el contenido de la noticia (especialmente bien redactada) ni el valor fundamental del trabajo científico en ella citado. Siendo muy concisos, diríamos que la aportación principal del estudio es la mejora en el sistema de generación de tejidos in vitro.
Los autores nos explican como cultivando células en el laboratorio (como las beta pancreáticas) añadiendo otras denominadas “endoteliales” (encargadas de construir las paredes de los vasos sanguíneos) mejora la funcionalidad de estas células cuando se injertan en ratón de laboratorio que padece diabetes. Esto tiene mucho interés porque como sabéis el trasplante de islotes lleva tiempo encima de la mesa como virtual estrategia para mejorar la calidad de vida de personas con diabetes.
Las limitaciones.
A día de hoy podríamos resumir sus limitaciones aún no solventadas en:
- Incapacidad para generar una célula beta absolutamente idéntica a la “natural” a partir de células madre o dificultad para obtener islotes suficientes si se opta por trasplantarlos tras obtenerlos de otra persona (donante).
- Cómo evitar que se repita el ataque autoinmune si lo que trasplantamos son células beta procedentes de nuestras propias células madre (tendrían exactamente nuestra misma carga genética) o prevenir el rechazo sin generar problemas mayores si trasplantamos islotes de otra persona.
- Independientemente del origen de las células, mejorar la vascularización del injerto para garantizar su supervivencia a largo plazo.
Volviendo al estudio es obvio que está especialmente enfocado en ayudarnos en el punto 3 pero no aporta ninguna solución sobre los dos anteriores. En este sentido nos parece inadecuado hablar de una potencial “cura” como refleja el titular ya que aunque, en el mejor de los casos, demostrara las mismas propiedades en estudios clínicos tendrían que ser combinado con otros abordajes para poder hablar de un verdadero tratamiento para la diabetes tipo 1. Es más, si alguien tiene curiosidad en leer el artículo científico https://www.cell.com/cell-reports/fulltext/S2211-1247(18)30499-6 verá como los animales que “curan” que el injerto no padecen realmente diabetes tipo 1 sino que le han provocado artificialmente la diabetes destruyendo selectivamente las células beta con una toxina.
Con este modelo es imposible aventurar cómo se comportaría un sistema inmune que ha provocado previamente una diabetes tipo 1 sobre células beta implantadas, independientemente de lo bien vascularizadas que estén.
Un paso más en nuestro conocimiento, pero ni mucho menos una “cura” para la diabetes.