Seguro que muchas veces has oído la expresión “luna de miel”. Una expresión relativamente dulce para nombrar a una etapa de aparente recuperación. Aunque realmente esconde un período de transición hacia la insulinodependencia del paciente. Este período de recuperación suele durar entre tres y seis meses, en algunos casos años. Y permite al paciente reducir la dosis de insulina al mínimo e incluso suprimirla, algo que muchos profesionales desaconsejan.
Ahora, un estudio reciente da un paso más allá demostrando que el metabolismo de las personas con Diabetes tipo 1 tiene memoria. Una memoria que lejos de lo que solemos pensar, no sólo recuerda los aspectos más traumáticos sino también las alteraciones positivas en el desarrollo de esta condición.
En concreto, el estudio demuestra que la remisión de la luna de miel, no sólo está relacionada con las alteraciones en el índice glucémico, sino también en alteraciones de los lípidos, el colesterol y los triglicéridos por el crecimiento de péptido C. Alteraciones que dan lugar al desarrollo de enfermedades cardiacas asociadas. Este péptido, cuya función aún se desconoce, es una de las dos moléculas (la otra es la insulina) en las que se descomponen las moléculas precursoras de la fabricación de la insulina. Si bien, algunas teorías apuntan a que actúa como modulador de la inflamación.
En un artículo reciente publicado por el Dr. Ramón Gomis de Barbarà, asesor científico de la Fundación DiabetesCERO, en la revista de la Sociedad Española de Diabetes (SED) explicaba la importancia del péptido C en el proceso de producción de insulina. “Pues bien, cuando nos inyectamos insulina sólo absorbemos insulina pero cuando segregamos insulina por la célula beta del páncreas también liberamos péptido C. En la luna de miel la concentración de péptido C, al existir una secreción propia de insulina, está aumentada, y se supone que este aumento de péptido C es quien genera los beneficios observados sobre la enfermedad cardiovascular y sobre los lípidos. La hipótesis que se baraja es la siguiente: el péptido C disminuye la inflamación y sus mediadores (los lípidos y su actividad) , a la vez que reduce la proliferación celular del endotelio y todo ello, en su conjunto, enlentece el procesos de ateroesclerosis.”
Pero… ¿por qué es crucial el autocuidado en la luna de miel?
La respuesta es sencilla y a la vez no: el modo en el que un paciente gestione su luna de miel influirá a largo plazo en el control de su diabetes y en la aparición de complicaciones de la enfermedad.
A diario leemos en redes sociales las experiencias de cada uno de vosotros. Muchas veces nos escribís hablando de vuestro debut, incluso muchos nos contáis que no pasasteis por la fase de luna de miel o que apenas duró.
La causa, una vez más, radica en múltiples factores. Por ejemplo, tener un diagnóstico precoz unido a un tratamiento inicial adecuado son algunos de los factores determinantes que influyen en la duración de esta fase. Sin olvidar otros como la genética y modificables como el estilo de vida, tener una dieta saludable o realizar deporte habitualmente.
En medio de esa vorágine que supone el debut en una persona y su familia, que exista este período de remisión sin duda, supone un soplo de aire fresco para tomar las riendas y aprender a gestionar y controlar el día a día de la Dt1.
Sobra decir que durante el tiempo que dura la luna de miel para el paciente es mucho más sencillo mantener su glucemia a raya. Porque durante este período la glucosa basal y la hemoglobina glicada estarán en rango, y los niveles de insulina y péptido C aunque menores, también estarán presentes.
Si quieres profundizar más en la importancia de la luna de miel, el artículo se publicó el pasado mes de marzo en la prestigiosa revista científica Frontiers. “The Theory of Hyperlipidemic Memory of Type 1 Diabetes”. Y es el trabajo conjunto durante cinco años, de los departamentos de Pediatría y Endocrinología del Colegio de Medicina Zucker de Hofstra/Northwell y la Universidad de Massachusetts.
