¿Por qué la regeneración celular puede ser clave para la cura de la diabetes tipo 1? Te ayudamos a comprender la regeneración como terapia y sus limitaciones
Hace unas semanas hablamos de terapias de regeneración celular para curar la diabetes tipo 1 y muchas fuisteis las personas que os interesasteis por esta nueva vía terapéutica. Las terapias centradas en la regeneración celular buscan activar la capacidad regenerativa latente del páncreas, para multiplicar las células beta que sobreviven al ataque autoinmune en diabetes tipo 1. En nuestro artículo anterior, La revolución de la regeneración celular exploramos como los distintos proyectos de investigación están manejando este hallazgo que ya ha cambiando la forma en que entendemos la diabetes tipo 1. En este nuevo artículo profundizamos en un paso necesario: los desafíos y limitaciones actuales de la regeneración celular, y por qué, a pesar de todo, sigue siendo una de las grandes esperanzas para la cura de la diabetes tipo 1.
Las principales terapias
Así las principales estrategias que se investigan actualmente pasan por:
- Estimular la proliferación de células beta remanentes en el páncreas humano, capaces de sobrevivir al ataque inmune mediante compuestos farmacológicos como Harmine. Este fármaco, inhibidor de DYRK1A, se encuentra en fase 1 de ensayo clínico y está siendo desarrollado en el Hospital Mount Sinai en EEUU, con resultados preclínicos muy prometedores.
- La transdiferenciación de células alfa en nuevas células beta pancreáticas, capaces de producir insulina gracias, por ejemplo, a la activación del receptor LRH1 con compuestos como BL001. Este enfoque no solo promueve la regeneración de células beta, sino que también modula la respuesta inmune que provoca la diabetes tipo 1. Ha obtenido resultados preclínicos muy prometedores y ya se está investigado en CABIMER, en España.
- La estimulación de células progenitoras pancreáticas en los ductos exocrinos del páncreas, permite generar nuevas células beta mediante moléculas como BMP-7, una proteína que favorece la regeneración celular. Esto es lo que persiguen en el Diabetes Research Institute en Miami, con el péptido THR-123 ha logrado normalizar la glucosa en ratones diabéticos y se perfila como una estrategia prometedora por apoyarse en moléculas pequeñas, proporcionando un potencial fármaco estable y de bajo coste.
- Y la terapia génica basada en factores de transcripción, que busca “reprogramar” las células beta para que recuperen su función. Esta terapia actúa sobre proteínas como PDX1, NEUROG3 y MAFA, conocidas como «arquitectos moleculares» de estas células. Activando o bloqueando genes clave, para estimular la proliferación de células beta existentes. Una línea de investigación preclínica muy prometedor
Desafíos y limitaciones actuales
Aunque las ventajas de la regeneración celular parecen evidentes y abren una nueva vía para no depender exclusivamente de trasplantes o terapias celulares externas, las limitaciones aún siguen siendo muchas y eso nos obliga a mantener un optimismo prudente. Estos enfoques para encontrar nuevas terapias de regeneración no son curas inmediatas, sino pasos fundamentales hacia tratamientos que podrían reducir significativamente la carga de la diabetes tipo 1. Los ensayos clínicos actuales nos darán respuestas más definitivas en los próximos años.
Así, los retos más significativos para el desarrollo de estas terapias deben tener en cuenta:
- La especificidad. Muchos de estos enfoques afectan múltiples tipos celulares, no solo células beta, con la complejidad que implica.
- La eficacia. Los incrementos en masa de células beta, aunque prometedores, pueden no ser suficientes para conseguir una independencia completa de insulina.
- La seguridad a largo plazo. Los efectos de estimular proliferación celular requieren evaluación cuidadosa para evitar complicaciones y efectos secundarios no deseados.
- La heterogeneidad entre los pacientes. Y es que la respuesta puede variar según el tiempo desde el diagnóstico y la función beta residual en cada paciente.
El Futuro de la Regeneración
La convergencia de múltiples enfoques regenerativos, combinada con avances en inmunoterapia, está creando un panorama terapéutico sin precedentes. La pregunta ya no es si podremos regenerar células beta, sino cuándo y cómo optimizar estos enfoques para cada paciente individual.
Los próximos años serán decisivos. Con ensayos clínicos en marcha, colaboraciones internacionales fortalecidas y una comprensión cada vez más profunda de la biología pancreática, nos encontramos en el umbral de una nueva era en el tratamiento de la diabetes tipo 1.
La regeneración no es solo una esperanza distante, es una realidad científica que está tomando forma y representa algo que parecía imposible hace una década: la posibilidad real de restaurar la función pancreática perdida.
En DiabetesCERO, seguimos comprometidos con apoyar esta investigación revolucionaria, porque creemos firmemente que la cura de la diabetes tipo 1 está al alcance. La regeneración endógena de células beta no es solo ciencia ficción: es la nueva frontera de la medicina regenerativa, y estamos más cerca que nunca de hacerla realidad.