La diabetes tipo 1 se estudia ya como una enfermedad que afecta a varios órganos, no solo al páncreas
¿Sabías que el hígado y el páncreas mantienen un diálogo constante… y que cuando uno se altera, el otro también lo siente? Esta conexión, que incluye también al intestino y al tejido adiposo, es clave para diseñar tratamientos más integrales y eficaces, y fue uno de los temas centrales de las recientes Jornadas CIBERDEM y CIBEREHD. Desde la Fundación DiabetesCERO participamos activamente en la mesa dedicada al Patient Engagement, donde defendimos la importancia de que la voz de los pacientes forme parte central de la investigación biomédica.
Las jornadas, organizadas por CIBERDEM (Centro de Investigación Biomédica en Red de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas) y CIBEREHD (Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas), tuvieron lugar el 26 al 28 de noviembre en Sevilla. Y reunieron a especialistas en diabetes, metabolismo, hígado e intestino para abordar la diabetes tipo 1 y otras enfermedades desde un enfoque multidisciplinar. Y es que, nuestros órganos no trabajan de manera aislada, sino coordinados como una orquesta. Esta visión permitió abordar retos compartidos.
El páncreas está conectado
Un ejemplo de esta conexión entre órganos es el hígado graso no alcohólico (MASLD) en personas con diabetes tipo 1. Aunque tradicionalmente se ha vinculado esta enfermedad al exceso de peso o a la diabetes tipo 2, hoy sabemos que también puede aparecer en diabetes tipo 1. La forma en que administramos la insulina, al ser inyectada y no liberada de manera natural por el páncreas, puede favorecer que el hígado acumule grasa y se genere un círculo que dificulta tanto el control glucémico como la salud hepática.
Durante las jornadas también se abordó el papel del sistema inmunitario en el metabolismo, lo que se conoce como inmunometabolismo, así como avances en el estudio de los islotes pancreáticos y de los exosomas, pequeñas vesículas que permiten a las células comunicarse entre órganos y que podrían explicar cómo el hígado influye en la diabetes.
Ciberdem: Nuestra mesa redonda
El viernes 28, tuvo lugar una de las sesiones más significativas: la mesa de Patient Engagement, moderada por el Dr. Dídac Mauricio, director científico de CIBERDEM. En ella participaron nuestro director científico, el Dr. Francesc Mitjans, y María José Salmerón, secretaria de FEDE, representando dos perspectivas complementarias sobre el papel esencial de las fundaciones y asociaciones de pacientes en la investigación.
Durante la sesión, trasladamos un mensaje claro y firme: la investigación no puede avanzar de espaldas a quienes conviven cada día con la diabetes tipo 1. Como aseguró el Dr. Mitjans: “Queremos que la voz de los pacientes se escuche en los laboratorios, en los hospitales y en las políticas públicas, porque la investigación es el camino para conseguir que la diabetes tipo 1 deje de ser incurable”. Recordamos además cómo, desde DiabetesCERO, impulsamos y financiamos investigación de calidad a través de convocatorias para investigadores senior. Así como, programas de apoyo al Joven Talento. Para nosotros, el progreso real nace de la colaboración entre pacientes, familias, científicos, clínicos e instituciones.
Por su parte, María José Salmerón Mínguez, remarcó la importancia de que las asociaciones de pacientes participen activamente en la toma de decisiones. Trasladó la importancia de que las asociaciones de pacientes sean participantes activos en la toma de decisiones y no solo “invitados” a reuniones. Y defendió que el acceso a información de calidad, la educación terapéutica y el apoyo mutuo son pilares fundamentales. Principalmente para que las personas con diabetes se sientan acompañadas y capacitadas en la gestión de su salud.
Ponemos al paciente en el centro
Desde la Fundación DiabetesCERO estamos muy orgullosos de haber participado en un encuentro de esta relevancia, en el que por primera vez dos de los principales Centros de Investigación Biomédica en Red de España, CIBERDEM y CIBEREHD, han unido esfuerzos para abordar de manera conjunta los retos compartidos entre la diabetes y las enfermedades hepáticas. Para nosotros ha sido especialmente valioso comprobar cómo, a lo largo de las sesiones, se reafirmó una idea que defendemos desde nuestros inicios: poner al paciente en el centro de la investigación. Un aspecto que no es solo necesario, sino imprescindible para avanzar hacia terapias más efectivas, más humanas y más alineadas con las necesidades reales de quienes conviven cada día con la diabetes tipo 1.






